Madre mía, Josemi, nos estás relatando lo que todo hombre, en mayor o menor medida, ha sufrido alguna vez en su vida. Esos desengaños por alguna mujer por la cual, oye, pues no hemos sido correspondidos y nos prometemos que jamás volveremos a enamorarnos, pero al final es algo que es completamente inevitable, tanto para bien como para mal. En fin, al final no dejan de ser experiencias que nos nutren en mayor o menor medida.