Nana, ¿cómo que no te ilusiones? Claro que sí, ilusionate. Tírate al mar, tírate a la piscina y si no hay agua, bueno, te reventarás la cabeza. Pero no te vas a quedar con eso de que... ¿Y si lo hubiera hecho? O sea, hagan lo que yo digo y no lo que yo hago, porque yo hago todo lo contrario. Pero bueno, bueno, tengo que dar un buen consejo.