No, pero ahora, en serio, ya completando la respuesta como Dios manda, yo diría que los momentos en los cuales realmente disfruto de mi soledad y de conocerme a mí mismo en mayor o menor medida es en aquellos momentos en los que, bueno, llevo a cabo una introspección a nivel de conocimiento bastante profunda, me explico, ya sean aquellos momentos de lectura o de escritura, especialmente en mi diario, cuando realmente me nutro a mí mismo y preciso de esa soledad para disfrutar de la misma y de cómo soy.

Sí, a mí me encantaría también hincharme a cerveza, pero bueno, después estoy con cólicos y ando ahí sufriendo y digo, no lo volveré a hacer. Y luego lo vuelvo a hacer en algún momento, pero paso un buen tiempo de eso. Y sí, yo creo que es tal cual así, uno tiene que aprender a disfrutar de eso. Obviamente que en un principio, como no estamos acostumbrados, nos choca, es un tema de hábitos, y el hábito principal es estar en comunidad, entonces la soledad se ve como un poco...

Wow, estás eligiendo igualmente un horario bastante rebelde, o madrugas mucho, te acuestas muy tarde, no sé cómo será la movida, pero bueno, me gusta escuchar que hay personas que disfrutan de su soledad, que me parece que es un plus.

Tal cual, Tammy. Necesitamos, por más que tengamos personas maravillosas al lado, es necesario un momento de soledad, un momento de tranquilidad, poder sentarse, tomarse un té, pensar, hablar con uno mismo, disfrutar de cosas que solo se disfrutan estando solo, ¿no? Es difícil cuando se tiene hijos, cuando se tiene pareja, pero es necesario.

Sí, sí, ni que hablar que los momentos con los hijos son de los más atesorables, pero bueno, está chiquita tu hija. Dame unos años que esté, papá, papá, papá, papá, papá, al baño, papá, a la cocina, papá, papá, quiero tomar agua, sílvete, papá, dame los cordones, papá, tal cosa. Hablemos en unos años de nuevo.