¿Qué tal estamos, Indy? Yo sí que jugué a ese juego, va. ¡Qué recuerdos! Era muy guapo cuando te subías ahí al león y pasabas por los aros de fuego y todo. O sea, no me acuerdo muy bien cómo era el juego, pero me acuerdo que estábamos picadísimos en su tía. ¡Venga, un beso!