Evidentemente, pero ya no sólo por una cuestión de respeto hacia los propios animales, sino a los transeúntes de la propia calle. Es decir, si dejásemos que los animales campen a sus anchas por nuestras calles, ya sean domésticos o salvajes, pues podría haber un problema relativamente serio. De todas formas, no sé de dónde serás, pero esto aquí en España ya es algo que se hace. Cualquier alcaldía, cualquier ayuntamiento se encarga de llevar a estos animales que puedan estar en la calle a centros de acogida.