Pues la verdad es que sí, cuando era pequeño me gustaba mucho hacer castillos de arena ya sea con cubos y palas o directamente con mis manos. Y lo que sigo haciendo a día de hoy, de vez en cuando, cuando voy a la playa con los amigos y tal, pues son volcanes. Hago un buen montículo de arena bien compacto, le hago un agujero en medio y meto unos papeles de periódico para quemarlos y que salga humo por el agujero. Me resulta bastante satisfactorio y divertido.