Empujó la puerta. La habitación estaba en penumbra, pero podía ver un viejo espejo cubierto de polvo en la pared. En el reflejo, vio una sombra oscura que no era la suya. Giró la cabeza rápidamente, pero no había nadie detrás de él. Volvió a mirar a la espejo y la sombra oscura estaba ahí, ahora más cerca y con una figura más definida, definida, un rostro desfigurado y unos ojos que brillaban con un terror escalofriante.