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Porque andamos por el mundo sin detenernos a admirar la belleza que existe, lo magnífico, ¿no? Vamos mirando siempre hacia adelante o dando la importancia a cosas inúnicas, ínfimas y vacías, pero nos perdemos muchas veces de lo que es realmente importante.
Es que, si lo piensas, es un poco así, el pez va por ahí buscando pececitos, viendo qué puede comer, nadando, siempre nadando. No creo que se detenga a contemplar el océano, a pensar dónde es donde vive. Es lo que le pasa un poco al ser humano, vamos por ahí buscando, buscando, buscando, sin saber ni siquiera qué. Y no nos detenemos a observar, a contemplar dónde estamos viviendo. Vivimos en la inconsciencia. Y si lo piensas es terrible, realmente.
El pez no sabe nada porque no quiere saber. Hay muchos que prefieren estar ciego a ver realmente lo que hay alrededor. Muy pocos peces se paran, contemplan, contemplan el plastón, contemplan las burbujas. Esos son los verdaderos peces, los que de verdad tenemos que tener en nuestra vida. El resto, solamente...
El resto son solamente comida para peces mayores y seguirán ciego y seguirán siendo comidos por esos peces más grandes y así continuamente. Dicen que el pez grande se come al pez chico. Llega el momento que el pez chico se coma al pez grande.