pero antes de compartirlo, me pides permiso, no es broma, pues sí, pues sí, me ha pasado algo parecido, hostia, cuando lo he visto por TikTok he pensado, coño, es algo que siempre he tenido la sensación o la necesidad de explicar y justamente viene este hombre que es filósofo y lo explica tal y como yo pretendía explicarlo, digo chapo, encima lo explica súper bien y incluso lo he seguido.

Incluso lo he seguido, porque tiene una cuenta de Instagram donde tiene una entrevista, porque esto es parte de una entrevista, y me he quedado fascinada como cómo habla este hombre, o sea, flipante, flipante, o sea, una persona íntegra que cuenta las cosas de una manera que hasta un tonto lo entendería.

Sí, yo le pido permiso. Espero que tú le hayas pedido permiso al creador de TikTok para subirlo aquí. No es broma.

No, no le he pedido permiso porque es una cuenta de banco, o sea, no voy a ir, quien lo ha subido es una cuenta de banco. Creo yo que no hace falta que yo le pida permiso a la cuenta de banco para subir ese contenido. Pero si tengo que hacerlo, lo hago, yo no tengo problema. Quitando los vídeos musicales, los otros vídeos suelo pedir permiso. Suelo pedir permiso, la verdad, aunque os parezca mentir.