Lo importante son las personas que sí están, que sí te aman, que sí te acompañan y podés confiar de que no te van a abandonar. Eso es lo más importante en el día de hoy, en el presente. Y las personas que ya no están, hay que perdonar, soltar y seguir adelante porque Dios tiene planes cada día mejor para nosotros. Quiere que estemos felices, que amemos los unos a los otros y nos cuidemos.