Por mi parte, no tengo una respuesta clara, es decir, no estoy ni a favor ni en contra, porque, bueno, digamos que me da exactamente igual. Oye, cada uno que haga lo que quiera, y si esta competición tiene algún tipo de futuro deportivo, pues adelante con ello. Lo que sí que voy a comentar es que me parece ridículo y que, como tal, si no hay caballos de por medio, no se debería llamar equitación. No lo es, simple y llanamente. ¿Para qué la existencia de esto? No le encuentro sentido.