Hola, hola, ¿cómo estás? Espero que estés bien también. Adiós.

Un saludo a ti, que tengas un buen día.

¡Ey! ¿Qué pasa Eterno? ¿Cómo estás? ¡Gloria bendita para ti! Oye, de verdad que a veces viendo estas cosas, tío, a uno le estalla la cabeza, ¿eh? ¿Cómo es posible que el infinito sea algo que a veces se nos escapa de nuestra comprensión, no? ¡Guau! Hay tantas cosas del universo que desconocemos y que ahí están... ¡Qué maravilla!

Esto es cuando te perdiste la primera clase de cálculo de lo que era infinito, de matemáticas de primero de economía, bueno mal que todo la aprendías en bachiller y en lo que viene siendo la ESO, pero bueno, me he meo, la cara digo, perdona pero como si no lo hubieses aprendido ya.

¡Bien día! ¡Bien día!

¡¡¡GOOOOOOOOOOOL!!!

Dímalo a Telno, ya tú sabes con lo que.