Pues, mira, en mi caso en particular he votado que sí, pero depende. Depende del tipo de montaña rusa, depende de la cantidad de cuestas que tenga, de la altura, de muchos factores. Sin embargo, también te digo una cosa, que yo pueda tener miedo no quiere decir que no me monte en ellas. Es más, una vez que me acabo montando en ellas es cuando pierdo el miedo, pero de primeras, al montarme al inicio, es cuando estoy completamente cagado. Aún así, luego la adrenalina sube y acabo disfrutando.