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Las conversaciones con un emisme son importantes. Por ello, te comparto el siguiente diálogo. Haz lo mejor que puedas, pero recuerda que tu valía no depende de lo que consigas. No piensas que un amanecer es menos valioso si los colores son diferentes a los de ayer. No desprecias el limonero o el naranjo porque no hayan crecido de la noche a la mañana. No le pides a la flor que te demuestre su valía, su belleza. Todas ellas solo existen. Vienen y van y estamos aquí para ser espectadores de su existencia. ¿Qué tal si así vieras tu vida, tu propia existencia? Permitirte ser el sol y surgir y resurgir, brillar, dejar los colores destinados a ser, honrando tu ser y nacer y morir como están supuestos. Darlo todo, hacer planes, moverse por la vida sabiendo que nada de eso nos define. Permitirte hoy, mañana y siempre ser humana, porque es permitido dar energía donde se necesita y descansar donde se necesita. Es posible practicar ser intencional y al mismo tiempo dejar ir, también siendo. Como toda práctica, si aprendes siendo y con el tiempo descubrirás que estás más que equipado para los altos y bajos y cambios de la vida. La vida es deseo, pero es mucho más que eso. Siempre va a haber una montaña que escalar, alguna meta por cumplir, incluso cuando no parece que el ritmo marque la diferencia, ya estás en el camino. Estás vive, estás aprendiendo. Sé comprensive, estás donde tienes que estar. Subtítulos realizados por la comunidad de Amara.org