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Esto te lo digo como consejo, como sugerencia. Y, por favor, no te lo tomes a mal, pero sinceramente no creo que esta praxis te vaya a ayudar mucho de cara a conseguir amigos. Más todavía si lo clamas a los cuatro vientos y de manera cuanto menos desesperada. ¡Busco amigos! ¡Tú quieres ser mi amigo! Tantos interrogantes, tantas exclamaciones son necesarias. Amigo, ábrete, socializa, habla, abre un chat o directamente métete en Tinder o alguna aplicación dedicada íntegramente a ello.
Yo todavía voy más allá. Cierra Tinder, cierra las aplicaciones sociales, cierra el chat y busca amigos reales. Sale a la calle, discoteca, parques, conecta con los amigos de tus amigos. Y seguramente que una vida real siempre es mejor que una vida virtual.
Pues fíjate, José, la verdad es que estoy completamente de acuerdo contigo. Si fuese por mí, lo hubiese dicho. Sin embargo, bueno, he decidido adaptar un poquito la respuesta que digamos de cara a una persona que probablemente no tenga esa fuerza de voluntad como para salir al mundo real. Y eso es lo más triste a día de hoy, pero desde luego los amigos reales se hacen conociéndolos delante tuya, no a través de una pantalla. En eso estamos completamente de acuerdo.
Sí, refi, es que tú y yo estamos hechos de la misma pasta, tío. Estamos hechos del mismo material. La gente hoy día, nada, tío, si no es con la pantalla delante no son capaces de tener una relación. Todo lo que salga de lo virtual, uff, se pierden. Y como dice el refrán, y lo dije aquí el otro día, que no hay mayor soledad que la de verse rodeado de personas y sentirse solo.
Y no es de que no me guste salir, simplemente que trabajo casi todos los días, es el problema que no puedo tener amigos y salir, porque trabajo sin descansar hasta los domingos, y pues una disculpa para todas las personas por el malentendido.