Parto de la base de que la gran mayoría de todos nosotros nos gusta más recibir regalos a darlos, ya que todo lo que sea regalado, todo lo que sea gratis, es bastante satisfactorio que digamos. Pero con el tiempo he ido apreciando el hecho de dar regalos. No sé, dar un regalo a una persona a la que aprecio y ver la ilusión que precede al hecho de abrirlo me parece algo muy bonito. Aún así me sigo quedando con que me los den a mí.