Hola, bueno, este, hoy quería contarle un anécdota que pasó, donde yo tenía demasiado tiempo sin ponerme nerviosa por una persona. Demasiado. Bueno, y más en el tipo de ambiente que estaba. Y pues pasó, o sea, de verdad fue increíble porque nunca me había atrabado al hablar tanto. Jamás, jamás, jamás. No sé, fue muy raro pero dije, tengo que contarlo porque es algo que, bueno, es una, creo, yo diría que es oficialmente la anécdota donde más nerviosa he estado. De verdad, me sentí horrible y simplemente al hablar me trababa. Me puse demasiado nerviosa. El contexto es que la persona que me gusta me habló. Entonces fue como el boom. No sé si a ustedes les ha pasado. Bueno, supongo que sí, pero alguna anécdota que tengan que los haya puesto muy nerviosos o nerviosas.