Nah, ñaí, somos unas bebecitas todavía. Es verdad, sí, después andás matadísimo. Pero bueno, capaz que vale la pena, yo qué sé. Hay que disfrutar la juventud, la vida es ahora. Arre, le daba para adelante y no salía ni en la esquina después. Pero sí, podemos hacer algo entre nosotros así, medio tranqui. Tranqui, pero bailongo.