A mí me pasó, sí, con 18 años. Tuve un viaje astral. O sea, yo sentí como que una parte de mí se desprendía de mi cuerpo y era consciente del mundo exterior, aunque mi cuerpo físico real, entre comillas, vamos a decir, estaba en la cama durmiendo. Pero había otra parte de mí que estaba observando mi entorno. No sé si a eso te refieres con viaje astral, pero sí me pasó.