Y perdón que te diga Calle 13, es que de todos tus nombres, el que más recuerdo es ese. Calle 13, el abuelo de Nelly, se estupidece. Tu hermano es el artista y los tuyos son los sandeces. El pedacito donde tiraste la puya, te quedó bien cabrón, me alegra mucho que al fin fluyas. Porque tus últimas tiraderas fueron tan chullas, que hasta hoy quedé dudando si tus letras hicieron guías. Obviamente tu carrera no termina, tus 180 graves seguirán en tus vitrinas. Pero cada vez que escuches mis nombres, cualquier esquina ni un pintá que evitará que yo te hiera la autoestima. Porque el egocentrismo te rebasa, y te notas los días que me invitan hacia tu casa. No estés muy educado, ni atendiste en tu sala, me ofreciste una cerveza de esas tuyas que son malas. Un día me mandaste una pista pa' que rapearas, y cuando mandé tu verso más nunca dijiste nada. Nunca te juzgué por tu actitud acomplejada, y por un simple cisne cuyo turno me tiras la mala. Ni el primero, ni el segundo, ni el tercero, el tercer venezolano que te extraña en la buquero. El primero fue negra, el segundo fue cancerbero, y después se los mamaste a los locos porque te jodieron. Eres pa'l malo de rapero, que te podríamos dar con el flow de todos los que te escogieron. Para que no te matas, cozo, y no es nadie el batiguero. Intenta matar capela, mamacuevo, el fritalero, ¿qué dijeron? Con toda nuestra fucking maquinaria, compramos hasta la fucking cultura si es necesaria. Compramos una voz y una personalidad legendaria, y armamos una canción súper interplanetaria. Tú sabes bien a lo que me refiero, pero no todo en esta vida se compra con el dinero. Y ni quien te arme es un tema con tu página en cerrero. Te vamos a respetar porque tú no eres rapero. Porque tú no eres rapero.